Nuestro queridos lectores disculparán el retraso. Hoy es sábado y el que escribe este blog necesitaba dormir. Para colmo, está en el pueblo -a quién se le ocurre- y se ha vuelto loco para conseguir una red wifi. Pero es normal. Recordemos que nuestros protagonistas, aunque estén evolucionando, siguen viviendo aventuras en épocas muy lejanas. En concreto, del año 1.000 a. C., cuando el que hubiera aparecido con un portátil podría haber sido acusado como poco de brujería.
Efectivamente, ayer vivimos un despertar extraño. Nos introdujimos por un agujero de gusano y, ¡tachán!, hemos dejado de ser cromañones y nos hemos encontrado con dos piratas que nos han explicado dónde hemos aparecido. También se nos ha presentado el dios Poseidón y nos ha vigilado mientras hacíamos la colada. Parece que no le ha gustado mucho cómo lo hemos hecho y, llevado por su ira, nos ha lanzado encima un montón de agua.
Hemos tenido también tiempo para conocer el mito de Arquímedes y la Corona de Oro. A los lectores les dejamos aquí más información por si quieren indagar. Y además hemos descubierto el hilo y la aguja... ¡Cuánta información en un solo día! Agotados, nos hemos echado a dormir para procesar toda la información. Hace nada vivíamos en tribus y ahora de repente vivimos el esplendor de la civilización.