Estar en la Prehistoria es lo que tiene. Se han extinguido los mamuts y, poco a poco, hemos ido descubriendo cómo cocinar en un mundo tan primigenio. ¿La solución? Nos hemos puesto a recolectar frutas, verduras y cacao y nos han salido unos deliciosos pinchos.
Por cierto, que las tribus que andan a nuestro alrededor son pacíficas. Muy majicas, vamos. No sabemos si seremos la civilización más avanzada, pero de lo que no hay duda es de que somos la que mejor cocina. Ole.